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| Imágen: Red de Litigantes LGBTI de las Américas |
La perspectiva de Colque en este amicus curiae es
crucial, ya que se presenta como parte de la comunidad LGBT, un
colectivo que ha sido "históricamente vulnerado" en sus derechos a la
salud, la educación y el trabajo, y que es uno de los grupos "más
afectados" por las prácticas policiales. Esta identificación personal dota
a su testimonio de una autoridad directa al abordar la discriminación
sistemática.
La urgencia de su intervención se relaciona directamente con
las consecuencias más letales de la violencia institucional, ejemplificada por
el caso de una mujer trans en Rosario de Lerma que falleció bajo custodia
policial en "menos de 2 horas de detención por una presunta
contravención". Colque subraya que esta tragedia es una muestra de la
violencia extrema y la total falta de respeto que persiste incluso tras la
muerte, criticando cómo los noticieros la deshumanizaron al referirse a ella como
"un varón vestido de mujer" en lugar de como una "mujer
trans".
Para conceptualizar esta magnitud de los atropellos, el
abogado introdujo en la presentación judicial el concepto de “identicidio”.
Este término, tomado de la sociología y la antropología, describe el conjunto
de prácticas destinadas al "exterminio de ciertas identidades"
y grupos sociales, aplicable no solo a la comunidad LGBT, sino también a
personas racializadas y en situación de pobreza.
Además de la privación ilegítima de la libertad de personas
jurídicamente inocentes, Colque enfatiza las violaciones específicas que sufren
las mujeres trans y travestis durante la detención: se las "encierra
con los hombres". Esta práctica es "vejatorio al máximo" y
actúa como si la Ley de Identidad de Género "nunca se hubiese
sancionado", constituyendo una forma de disciplinamiento y control social.
Así, la lucha de Colque, respaldada por su identidad, busca forzar al Estado a
adecuar sus políticas de seguridad a los estándares de dignidad humana y los
tratados internacionales de derechos humanos.
Sin embargo, aunque la auto-identificación de Agustín Colque
como miembro de la comunidad LGBT es poderosa y esencial para diagnosticar el
"identicidio" ejercido por la policía, su posición política y su
demanda de justicia se fundamentan en un compromiso más amplio y una mirada
compleja e informada de la realidad salteña. Colque interviene en el debate
como profesional del derecho y como ciudadano, y su análisis se basa en
la violación de principios universales consagrados en la Constitución y
tratados internacionales,,,. Su agenda no se limita a su propia identidad, sino
que abarca la defensa de todas las personas inocentes cuya libertad
ambulatoria es avasallada, incluyendo a personas racializadas y aquellas
en situación de pobreza, así como a quienes padecen las condiciones
inhumanas de encierro, como la sobrepoblación del 100% en la Alcaidía
Salta,. Por lo tanto, si bien su pertenencia a una comunidad vulnerada
proporciona una autoridad moral y política innegable, la exigencia de poner fin
a las prácticas arbitrarias y violentas de la policía es una demanda
universal por la protección de la libertad física, lo que demuestra
que la sola identidad LGBT no es ni una condición necesaria ni suficiente para
impulsar esta compleja lucha por la democratización de la justicia.


