viernes, 7 de noviembre de 2025

Un Tejido de resistencia y derecho: el diálogo intersistémico frente a la exclusión transgénero

El diálogo entre el pragmatismo jurídico del Colegio de Abogados y el activismo académico de Tejeríos Desobedientes dibuja una realidad compleja: la legislación avanzada actúa como un faro, mostrando el camino del derecho al libre desarrollo personal, pero la oscuridad de la inercia cultural y la resistencia burocrática institucional actúan como una densa niebla. Para que la población trans pueda navegar el camino hacia sus derechos fundamentales, no basta con encender la luz del derecho, sino que es necesario, como en la construcción de una sólida red de pescar, asegurar que cada nudo—cada institución y cada activista—esté lo suficientemente fuerte y bien anudado para capturar la diversidad de experiencias y la potencia de la resistencia, garantizando que ninguna vida ni lucha se escape del ámbito del apoyo mutuo.

 

Un par de personas sentadas en una mesa

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Este análisis aborda la convergencia discursiva y estratégica entre diferentes esferas institucionales —el activismo, la academia y los organismos del Estado y judiciales—, examinando las proposiciones expuestas en el Conversatorio del Colegio de Abogados de Salta, protagonizado por Victoria Liendro y otros especialistas, en diálogo crítico con las urgencias políticas y experiencias de implementación detalladas en las Jornadas Tejeríos Desobedientes. Es fundamental comprender que la articulación de estos espacios inter-institucionales—como el Colegio de Abogados, la Universidad Nacional de Salta (UNSA), el CONICET, y organizaciones militantes—tiene como objetivo central circularizar un discurso informado sobre derechos que actúe como "frente de cuidado colectivo y contestación política". No obstante, el destino último de estos debates y herramientas legales no es el ámbito académico ni el judicial per se, sino las comunidades debilitadas que enfrentan una exclusión sistemática, y cuyo acceso efectivo a la justicia, la salud y la educación depende de la capacidad de estos diálogos para transformar la inercia y la resistencia institucional.

 

La persistencia de la brecha: de la ley de vanguardia a la marginación estructural

El análisis de los discursos cruzados entre el ámbito jurídico formal (Colegio de Abogados) y el espacio de praxis y resistencia (Tejeríos Desobedientes, la Jornada académica – activista en la Universidad Nacional de Salta) revela un eje central ineludible: La Persistencia de la Brecha entre el Reconocimiento Legal y la Exclusión Estructural. Las leyes argentinas, como la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743), son consideradas un avance paradigmático que consagra el derecho al "libre desarrollo personal". Sin embargo, la efectividad de esta normativa se desdibuja ante la exclusión sistémica que, según Victoria Liendro, empuja a la población transgénero a una marginalidad "constituyente". El desafío no es solo la falta de leyes, sino la demora en el cambio de mentalidad y la aplicación deficiente de las existentes.

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I. La Ley existe, pero la expulsión educativa y laboral mantiene la condición de marginalidad histórica

La primera proposición principal sostiene que, a pesar del marco legal avanzado, la población trans sigue siendo expulsada de los sistemas educativos y laborales formales, lo cual perpetúa la violencia estructural y la expectativa de vida reducida. Esta realidad subraya que el progreso legal no se traduce automáticamente en inclusión social.

1.1. El Sistema Educativo como núcleo de la expulsión

Victoria Liendro presenta datos devastadores: nueve de cada diez personas trans no concluyen la escolaridad obligatoria. Esta deserción, que coincide con la exteriorización de la identidad, se establece como el punto de origen que impide el desarrollo de una "cultura del trabajo" formal. Este hallazgo se problematiza al confrontarlo con los esfuerzos institucionales descritos en Tejeríos. Ana Pérez, del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, ilustra que, incluso con protocolos específicos como la Resolución 635/21 de Salta, que obliga a las escuelas a garantizar el derecho a la identidad, su implementación choca con la inercia y la falta de capacitación institucional. La garantía de derechos a menudo depende de encontrar "huecos" en los sistemas digitales o de esfuerzos manuales, lo que confirma que el Estado, pese a la normativa, es deficiente como garante del derecho a la educación en la práctica.

1.2. La ausencia de medidas de acción positiva y la consecuencia económica

La exclusión educativa se traduce directamente en la exclusión laboral, resultando en que más del 95% de la población trans haya estado o esté en situación de prostitución. Ante esta realidad, Inés Bocanera señala la imperiosa necesidad de adoptar "medidas de acción positiva" conforme a la Constitución para cerrar la brecha entre la ley y el ejercicio efectivo de derechos. Esta necesidad de intervención estatal se contrapone al rol de las redes comunitarias detallado en Tejeríos. La Red de Promotoras Territoriales en Violencia de Género, por ejemplo, surgió para responder a necesidades urgentes y cubrir los vacíos del Estado. A pesar de su labor esencial en el acompañamiento y contención, el proyecto de ley para el reconocimiento económico de estas promotoras fue archivado en la legislatura. Esto evidencia que el activismo es el que suple la obligación estatal de garantizar un estado de bienestar solidario, mientras las barreras culturales e idiosincrásicas dificultan la aplicación de la ley de cupo laboral trans.

II. La Resistencia institucional burocrática actúa como barrera de derechos y refuerza la patologización

La segunda proposición principal aborda cómo los sistemas de justicia y salud, a través de la burocracia y la interpretación restrictiva, socavan el espíritu despatologizador de la ley, transformando las garantías legales en obstáculos concretos para el "habitar disidente".

2.1. La patologización persistente en los Sistemas Judicial y de Salud

Lisandro Sastre resalta que la Ley de Identidad de Género (26.743) es paradigmática al despatologizar la identidad trans y consagrar el acceso a prestaciones de salud basándose únicamente en el consentimiento informado. Por lo tanto, cualquier exigencia adicional (como certificados psicológicos) es ilegal. Sin embargo, esta garantía legal choca con la práctica judicial descrita por Flavia Garagorri Gutiérrez en Tejeríos Desobedientes. Gutiérrez documentó cómo la resistencia institucional se manifiesta en la solicitud de pericias psicológicas en procesos de cambio de identidad, una práctica que contradice el espíritu de la ley y conlleva el riesgo de patologización. Además, figuras de garantía, como la "abogada del niñe", se convierten en obstáculos burocráticos que cuestionan los procesos de crianza. Este panorama refuerza la crítica de Liendro a los discursos anti-derechos y falaces que buscan cuestionar la responsabilidad estatal en el cuidado de la salud de toda la ciudadanía.

2.2. La urgencia política y la transformación de operadores institucionales

La crítica a la inercia institucional se convierte en un llamado a la acción política. La Decana Marcela Álvarez y Sofía enmarcan el “Tejerío Desobediente” como una apuesta política, urgente y necesaria y como un acto de resistencia vital contra la "crueldad" y los discursos de odio que "ponen en riesgo la vida". Esta urgencia se justifica ante la exposición a la violencia y exclusión que resulta en una expectativa de vida de apenas 35 a 45 años para la población trans. La necesidad de enfrentar esta resistencia exige la capacitación continua de los operadores de justicia, salud y educación. El Conversatorio del Colegio de Abogados se suma a esta lógica al buscar abrir la reflexión y el diálogo en un ámbito institucional clave. La academia, mediante la Vicedirectora Mariana Godoy, legitima este esfuerzo al promover una "dilución de frontera" entre la investigación, el activismo y las políticas públicas, enfocándose en sistematizar y pensar el "habitar disidente". Solo mediante este esfuerzo sostenido de "tejer lazos de cuidado" y "agujerear los consensos patriarcales", y profundizando el debate sobre la criminalización y racialización que afecta a la población trans, se podrá asegurar que la ley deje de ser solo una herramienta escrita para convertirse en un cambio efectivo en la vida de las comunidades.

 

 

jueves, 6 de noviembre de 2025

Asi fue el Conversatorio sobre Derechos Fundamentales de la Población Transgénero en el Colegio de Abogados

 

Colegio de Abogados, jueves 6 de noviembre de 2025

Proposiciones centrales, argumentos y datos expuestos durante la sesión del Instituto de Derecho Constitucional y Federalismo del Colegio de Abogados y Procuradores de Salta, centrada en la "problemática fundamental en torno a los derechos fundamentales de la población transgénero en la provincia de Salta y en el país".

Un par de personas sentadas en una mesa

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Desafíos y Avances en los Derechos Fundamentales de la Población Transgénero en Salta.

Interlocutores clave

El conversatorio sobre los derechos fundamentales de la población transgénero, organizado por el Instituto de Derecho Constitucional y Federalismo del Colegio de Abogados y Procuradores de Salta, abordó la problemática central que afecta a las personas trans tanto en la provincia como en el país. El evento reunió a varios interlocutores clave que aportaron distintas perspectivas y análisis durante la sesión.

Sebastián, presidente del Instituto y coordinador del conversatorio, desempeñó el rol de moderador, presentando a los ponentes y leyendo las contribuciones enviadas por participantes en línea. Entre los expositores destacados se encuentra Victoria Liendro, conocida como "Vicky", reconocida referente de la comunidad trans, integrante de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad del Gobierno de Salta y fundadora de la organización "Activando Saber". Vicky aportó datos estadísticos que evidencian la exclusión sistémica que enfrenta la población trans, además de ofrecer un análisis crítico de los discursos anti-derechos presentes en la sociedad.

Lisandro Sastre, abogado especialista en derecho a la salud, brindó el marco jurídico y constitucional pertinente, destacando la Ley de Identidad de Género como un avance paradigmático que reconoce el "libre desarrollo personal" de las personas transgénero. Complementando estas visiones, Inés Bocanera, representante de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad del Gobierno de Salta, señaló la importancia de adoptar "medidas de acción positiva" conforme al artículo 73 de la Constitución, necesarias para cerrar la brecha existente entre la normativa legal y el ejercicio efectivo de los derechos por la población trans.

Por último, Fernando Pequeño, participante que intervino vía online, aportó una reflexión que fue leída por el coordinador, planteando futuras líneas de debate fundamentales, entre ellas la racialización y la criminalización que sufre esta comunidad en la región, aspectos que requieren atención urgente para avanzar en la garantía de derechos y la inclusión plena.

Este conversatorio evidenció la necesidad de un abordaje integral que combine el reconocimiento jurídico, la implementación de medidas afirmativas y la sensibilización social para enfrentar las múltiples barreras que afectan a la población transgénero en Salta y Argentina.

 

 

La Perspectiva de Victoria Liendro: Exclusión Sistémica y la Urgencia de un Cambio Cultural

Personas sentadas en una mesa

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Victoria Liendro estructura su argumento sobre la base de que, a pesar de los avances legislativos, la población transgénero enfrenta una exclusión sistemática y estructural que se manifiesta en datos alarmantes y se perpetúa a través de barreras culturales y discursos estigmatizantes. Su proposición central es que la población transgénero vive en un sistema de exclusión constituyente que la empuja a la marginalidad, evidenciado por estadísticas devastadoras en educación, empleo y expectativa de vida. La solución no radica únicamente en las leyes existentes, sino en un cambio profundo de mentalidad y en la implementación de políticas públicas efectivas que contrarresten la discriminación cultural y la desidia estatal.

En cuanto a los argumentos y datos de respaldo, Liendro fundamenta su análisis en datos concretos provenientes de una encuesta realizada en 2016 por el Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM) en Salta Capital, donde las propias personas trans actuaron como encuestadoras en un universo de 202 casos. En ese estudio se encontró que, respecto a la expulsión educativa, "nueve de cada diez personas trans no concluyen la escolaridad obligatoria". Esta deserción coincide con el momento de la exteriorización de su identidad de género, lo que plantea un cuestionamiento directo sobre el rol del Estado como garante del derecho a la educación. Otro dato alarmante revela que "más del 95% estuvo o está en situación de prostitución", una cifra que es resultado directo de la exclusión de estos individuos de los ámbitos de la formalidad laboral y educativa. Asimismo, la expectativa de vida para la población trans se sitúa "entre 35 y 45 años", menos de la mitad de la expectativa general en Argentina (80-90 años), reflejando el impacto acumulado de la violencia, la denigración, la exclusión del sistema de salud y la exposición a consumos problemáticos y peligros en la calle.

Respecto a los desafíos de la empleabilidad, aunque existe una ley nacional de cupo laboral trans, su implementación resulta deficiente, especialmente fuera del centro del país. Los obstáculos identificados incluyen barreras culturales e idiosincrasia, con resistencia por parte de empleadores públicos y privados; falta de capacitación, que es consecuencia directa de la expulsión del sistema educativo; y la ausencia de una "cultura del trabajo", ya que la exclusión prolongada ha impedido el desarrollo de trayectorias laborales formales. Liendro destaca que las "nuevas generaciones que vienen a la luz de la Ley de Identidad de Género" tienen mayor probabilidad de integrarse a la formalidad laboral, pero enfatiza que "los cambios de la mentalidad... es lo que más demora".

En su crítica a los discursos anti-derechos, Liendro denuncia activamente las narrativas que buscan deslegitimar los derechos de la comunidad trans. Rechaza la falacia del privilegio que sostiene que "ser trans en la Argentina parece ser que es un privilegio" o que existen "leyes que las benefician". Denuncia también la desinformación deliberada, citando el ejemplo de una abogada que afirmó en un auditorio que la ley "permitía que un niño se levantara un día y fuera al registro civil a cambiarse el nombre y acceder a todas las operaciones", valorando ese discurso como peligroso y falaz. Asimismo, confronta argumentos económicos dirigidos contra la salud trans, tales como el cuestionamiento "por qué yo tengo que estar pagando el tratamiento a ciertas poblaciones", señalando que es una narrativa difundida por sectores conservadores para desestimar la responsabilidad del Estado en el cuidado de todos sus ciudadanos.

Finalmente, Liendro subraya que la discriminación "tiene que ser un tema del Estado" y que existen leyes, como la Ley Antidiscriminatoria de 1988, que están para ser aplicadas. Identifica a la familia como el primer núcleo de expulsión; cuando esa familia rechaza a la persona, el Estado debe actuar como garante de sus derechos. Critica la postura de "el Estado no tiene nada que ver con mi familia", argumentando que cuando la familia ejerce violencia o abandono, el Estado tiene la obligación de intervenir para proteger al individuo vulnerable.

   

El Análisis de Lisandro Sastre: El Derecho al Libre Desarrollo Personal como Paradigma Constitucional

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El abogado Lisandro Sastre ofrece una perspectiva jurídica que posiciona la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743) como una norma de vanguardia que redefine el acceso a la salud, no como una cura para una patología, sino como la materialización de un derecho humano fundamental protegido por la Constitución. La proposición central de Sastre es que la Ley de Identidad de Género despatologiza la identidad trans y consagra el acceso a tratamientos hormonales y quirúrgicos bajo el paradigma del "derecho al libre desarrollo personal". Este derecho, de raigambre constitucional, exige que el sistema de salud (público y privado) garantice estas prestaciones sin más requisito que el consentimiento informado, aunque en la práctica persisten barreras ilegales y una interpretación restrictiva del concepto de salud.

Respecto a los argumentos y análisis jurídico, Sastre destaca como "muy novedoso" que la ley no enmarca el acceso a la salud en la necesidad de curar una enfermedad, sino que se refiere al "derecho al libre desarrollo personal", un concepto "mucho más abarcativo". Esto implica la "despatologización" de la comunidad trans. Las prestaciones de salud no buscan "curar" sino "reafirmar corporalmente... la identidad autopercibida". Este enfoque se alinea con la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 1946: "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades".

En cuanto a las obligaciones legales y barreras prácticas, el consentimiento informado es el único requisito exigido por el artículo 11 de la ley, que establece que "el único requisito que tiene una persona para acceder a todos estos tratamientos... es el consentimiento informado". Por lo tanto, la exigencia de certificados psicológicos por parte de obras sociales o prepagas es ilegal. Sastre también aborda el argumento "estético" utilizado por muchas entidades para rechazar la cobertura, puesto que alegan que los tratamientos son "estéticos". Él argumenta que bajo el paradigma de la despatologización y el bienestar integral, esa distinción es irrelevante, ya que dichos procedimientos están "necesariamente ligados a la salud" de la persona. Todos los tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos están incluidos en el Programa Médico Obligatorio (PMO), lo que obliga a su cobertura total. Sin embargo, Sastre señala que un 80% de la población trans depende del sistema público, actualmente afectado por recortes, mientras que el 20% con cobertura privada enfrenta incumplimientos constantes.

En el apartado sobre modificaciones regresivas y estrategia legal, Sastre aborda el decreto presidencial (mencionado como DNU 70/2023 en contexto) que modificó el artículo 11 para prohibir intervenciones en menores de edad, calificándolo como una "modificación regresiva" y, por lo tanto, de dudosa constitucionalidad, ya que vulnera derechos previamente adquiridos. Menciona un fallo reciente y "nuevito" donde un recurso de amparo interpuesto por un menor de 17 años resultó en la declaración de inconstitucionalidad de dicha modificación. Como estrategia litigante, aconseja que, aunque no es un requisito, acompañar un informe psicológico puede fortalecer un amparo, no para diagnosticar una patología, sino para demostrar que el tratamiento es necesario para la salud psicológica de la persona.

Finalmente, Sastre aborda la necesidad de legislar explícitamente y responde que esto fue necesario "porque todavía es parte de la cultura la discriminación". La ley es una "herramienta para hacer valer el derecho, tomar conciencia y generar espacio en la discusión" cuando la cultura no avanza. Concluye contrastando dos modelos políticos: uno neoliberal basado en el "individualismo y el egoísmo personal", y otro basado en la solidaridad, donde "el ser humano es el centro de la escena". Sostiene que solo el segundo modelo puede garantizar un verdadero estado de bienestar y justificar que la comunidad, a través del Estado, sostenga los derechos de sus miembros más vulnerables.

 

Aportes de la Audiencia Online: Mensaje de Fernando Pequeño

Un hombre en una pantalla de televisión

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Hacia el final del conversatorio, el coordinador Sebastián dio lectura a una intervención enviada por Fernando Pequeño, participante conectado de forma remota. En primer lugar, Pequeño celebró la iniciativa del Instituto de Derecho Constitucional y Federalismo al llevar el debate sobre los derechos de la diversidad a la comunidad de abogados, reconociendo la importancia de abrir espacios de reflexión y diálogo en un ámbito institucional clave para la promoción de la igualdad.

El mensaje online se centró en la propuesta de continuar el diálogo en futuras sesiones, sugiriendo la necesidad de enfocarse en las particularidades de la región del noroeste argentino. Pequeño planteó la importancia de analizar dos temas que resultan fundamentales para comprender y atender las realidades de la población trans y de la diversidad sexual local. Por un lado, la racialización fue presentada como un fenómeno que afecta la manera en que se mira y valora a las personas de la diversidad, generando consecuencias concretas en sus vidas cotidianas y en el acceso a derechos. Por otro lado, propuso abordar la criminalización, subrayando el rol del control policial y la vigencia de edictos que permiten la persecución de la comunidad, lo cual constituye un obstáculo estructural para la plena inclusión social.

Estas recomendaciones, expresadas a través del aporte virtual, invitan a profundizar el debate sobre derechos y discriminaciones específicas, articulando el análisis jurídico con la experiencia concreta y situada de quienes habitan y transitan la región. El llamado de Pequeño remarca, finalmente, la necesidad de construir futuros encuentros que promuevan una mirada integral, plural y contextualizada sobre las problemáticas de la diversidad en el noroeste argentino.

 

Interfaz de usuario gráfica, Texto, Aplicación, Chat o mensaje de texto

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domingo, 2 de noviembre de 2025

Treinta años sembrando memorias y rebeliones: voces en ronda feminista desde el Área de Género de la UNJu

Treinta años pueden ser una vida entera, un camino de persistencia y sembradoras incansables de horizontes nuevos. El aniversario del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJu no fue solo una efeméride: fue el abrazo colectivo de quienes, desde distintos espacios y generaciones, reconocieron el pulso vivo de un proyecto transformador.

Las voces que tejieron la ronda en el video conmemorativo —Adriana Boria, Liliana Louys, Claudia Laudano, Beatriz Cabana y Alejandra Ciriza— pasaron por la memoria afectiva, la reivindicación histórica y la reafirmación de vínculos irreductibles. Hablaron de la temporalidad del feminismo, de la persistencia del hacer como distinción vital, del afecto hecho política y de celebraciones que se volvieron “aquelarres hermosos”, repensando que la alegría también es parte de la militancia.

Pero el núcleo profundo es la insistencia en trascender la contingencia: reconocer logros institucionales y avances en derechos, sí, pero sobre todo transmitir que el área sobrevivió gracias al trabajo sororario y a la fuerza de afectos combativos. En tiempos adversos —como advirtió Ciriza ante el avance de posicionamientos fascistas— el área es más que una estructura; es la suma de luchas, vínculos y sueños, la trama de saberes compartidos que nunca dejan de multiplicarse.

La construcción de conocimiento feminista y la solidaridad entre mujeres y diversidades se celebran como semillas que han florecido y siguen fecundando el suelo universitario y social. Las interlocutoras, desde sus trayectorias diversas, ofrecen un canto coral por la continuidad de la resistencia, la transformación de vínculos y la expansión crítica más allá de cualquier frontera.

Hoy, treinta años después, el acto de celebrar es mucho más que mirar atrás: es afirmar el compromiso por sostener espacios de autonomía, pensamiento y acción colectiva. Es sentir orgullo por cada mujer que pasó y por cada semilla sembrada. Y es decir, en ronda: seguimos con sueños, seguimos entrelazadas, seguimos por más.

jueves, 30 de octubre de 2025

Conmemoramos 30 años del Área de Género UNJu

 

Notas descriptivas.

Por Fernando Pequeño,
con Gemini NotbookLM


Contenidos

Lxs presentes

Las menciones de reconocimiento

Ensayosde los discursos

Alexandre García, Vicedecana

Coherencia,Lucha y Genealogía Feminista: El Manifiesto de la Vicerrectora Alexandre García

Lily Louys

35 Años de Rebeldía y Horizontalidad: La Genealogía Pionera de Liliana Louys

Claudia Laudano

El Activismo como Motor de Cambio: La Persistencia Feminista más allá de laCoyuntura

Claudia Ugarte

El Protocolo como Cosecha Militante: Cuerpo y Corazón en la Lucha Contra laViolencia Institucional

Sofía Bailovsky

El Triunfo de la Persistencia: Genealogía y Logros del FeminismoInstitucionalizado en la UNJU

La Placa Conmemorativa: Cuando la Militancia Trascendió la Formalidad

El Olvido Institucional en Medio de la Euforia Militante

Conclusión

 

 

En un encuentro en una aula de la Universidad, celebramos de los 30 años del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), aunque había quienes decían  que la lucha data de 35 años. A través de varios discursos de académicas y activistas feministas, nos juntamos para conmemorar la historia del área como pionera en el noroeste argentino, destacando su fundación en 1995 y su rol central en la academia y la militancia contra la opresión de género. Quienes tomaron la palabra enfatizaron la naturaleza colectiva, horizontal e interdisciplinaria del área, su compromiso con la transformación social más allá de las coyunturas políticas, y la importancia de la lucha en las calles y en la institucionalización de temas de género, como el desarrollo del protocolo contra la violencia. El encuentro terminó con un emotivo reconocimiento a las fundadoras, históricas y colaboradoras/es que han impulsado los derechos de las mujeres y disidencias, reafirmando su resiliencia ante los tiempos difíciles.

 Imagen que contiene mujer, hombre, joven, niña

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Lxs presentes

Estuvieron presentes:

  1. x: Es la coordinadora principal del evento. Forma parte de Gepardes y del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género. Es la encargada de introducir a las autoridades y a las invitadas y posteriormente de conducir la entrega de reconocimientos. También es reconocida por su labor en la lucha por los derechos de las disidencias y por haber realizado todo el material de discusión y certificados del evento.
  2. Alexandre García: Es la Vicerrectora de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), mencionada también por su apodo "Nini". Se identifica abiertamente como feminista y celebra los 30 años del área, enfatizando la importancia de la militancia, la coherencia y las luchas.
  3. Interlocutora 1: Esta oradora no es nombrada en el momento de su intervención. Habla después de la Vicerrectora (Alexandre García) y se refiere a la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales como la casa de las áreas de género. Discute la importancia de defender la universidad pública y la necesidad de "pasarse tres pueblos más" frente a la violencia. Utiliza el "nosotras y nosotres inclusivos" para conjugar verbos.
  4. Liliana Louys: Integrante de la comisión coordinadora (una de las "históricas"). Es una figura pionera que sitúa el inicio de las actividades en 1989 (35 años antes de la celebración), cuando la facultad participó del programa Redes de la subsecretaría de la mujer de la nación. Participó en la creación de la primera y única Secretaría de la Mujer del gobierno de Jujuy. Es una de las fundadoras del área y una de las colaboradoras en la redacción del Protocolo de Prevención e Intervención Institucional ante situaciones de violencia de género de la UNJU, y está terminando su colaboración por jubilación.
  5. Noemí Cabrera: Identificada como integrante de las "históricas" y de la "prehistoria" del área. Tiene 75 años y compartió su experiencia de transformación personal y la lucha feminista, incluso dentro de su propia casa.
  6. Claudia Laudeano (Activista/Académica): Recibe el micrófono en y afirma que no planeaba hablar. Se define fundamentalmente como activista que ha llevado el activismo a la academia. Sostiene que las transformaciones sociales deben ir mucho más allá de las coyunturas políticas electorales. (Liliana López la menciona previamente como Claudia Laudano, pilar para la mirada feminista en la carrera de comunicación social).
  7. Claudia (Representante del Protocolo): Es identificada como "Claudia del histórica". Habla en representación del Protocolo de Prevención e Intervención para situaciones de violencia de género de la UNJU, al que describe como un "hijo" y un logro colectivo del área. Menciona que el protocolo fue aprobado en 2019 y se sustenta en el compromiso y la militancia.
  8. Sofía Bailovsky: Una de las fundadoras o "históricas" del área. Es la directora de la especialización en estudios de género y política. Historiadora del área, relata el "reinicio público" tras el regreso a la democracia y las dificultades de la militancia temprana (como la denuncia en el diario como "psico lesbiana feminista"). Destaca la lucha por la institucionalización del área y el logro de tener integrantes en espacios de decisión como el Vicerrectorado.
  9. Natalia: Agradece la oportunidad de hablar. Expresa gratitud a las "históricas" y al equipo del protocolo (Marina, Lili, Claudia) por el acompañamiento y la lucha en "tiempos que son muy duros".
  10. María José Carrizo: Mencionada inicialmente como parte del equipo técnico. Habla en representación de la Fundación Juanita Moro. Saluda y felicita al área, reconociéndola como un espacio de cuidado, acompañamiento y un gran pilar en el activismo.

 

Las menciones de reconocimiento

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Grupo de personas posando por un foto

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Posterior a las intervenciones de todxs quienes estuvieron sentadxs en el panel, el momento de la entrega de las menciones y reconocimientos comienza cuando Sofía Bailovsky anuncia que, para finalizar, queda pendiente una serie de reconocimientos. Estos honran a aquellas personas y organizaciones que acompañaron al Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género a lo largo de sus 30 años de trayectoria, trabajo y proyectos, incluyendo a las personas que forman parte del área en el presente. Ariel Monterrubian es quien conduce la entrega, señalando que la lista está "todo mezclado, así que vamos de al principio, la histórica, la últimas, la primera".

A continuación, se presenta el listado de las personas, grupos u organizaciones mencionadas o reconocidas durante este segmento, con los motivos explícitos en las fuentes:

  1. Sofí (Sofía Bailovsky): Como directora de la especialización en estudios de género y política.
  2. María José Carrizo: Miembro del equipo técnico.
  3. López (Co-directora de la especialización pública).
  4. Teresa Jordán: Mencionada inicialmente como Jordán, y luego como "Cartera increída".
  5. Gisela Groso: Equipo técnico Protocolo.
  6. Claudio.
  7. Noelia Osores: Protocolo, por la licencia estudiantil por maternidades.
  8. Noelia Carrizo: Integrante del área.
  9. Alejandra García Vargas: Por su labor en la Secretaría de Posgrado.
  10. Melina Gaona: Integrante del área.
  11. Lara Montial Vergicio.
  12. Beatriz Cabana: Por su labor en la defensa de las mujeres.
  13. Liliana Louys: Agradecida por despabilar la cabeza con el género.
  14. Gabriela: Por la primera investigación sobre la ciencia.
  15. Laura: Por ser un pilar de nuestros espacios femeninos.
  16. Elena Espíndola: Reconocimiento por "derechos".
  17. Norma Flores.
  18. Noemí Cabrera: Fundadora de la prehistoria.
  19. Elena Tapia: Fundadora.
  20. Ariel Monterrubian: Por su lucha por los derechos de las disidencias y por haber realizado todo el material de discusión, las tapas y los certificados del evento.
  21. Fernando Pequeño Ragone, por la Comisión de la mujer Salta, por su acompañamiento.
  22. Gustavo Cabana: Por su lucha por los derechos de las disidencias sexuales.
  23. Sergio Gatica: Por los derechos de las disidencias sexuales en tardes.
  24. Álvaro Zaprano: Por su lucha, por los derechos de las disidencias y por su cumpleaños.
  25. Natalia: Mencionada en la lista y quien agradece a las "históricas" y al equipo del protocolo.
  26. Polenta: Medio digital autogestivo feminista.
  27. Pierra, papel y tijera: Por su compromiso con la lucha de las mujeres y las sexuales.
  28. David Gutiérrez.
  29. Marina Grande.
  30. Fundación Juanita Moro: Reconocida como un espacio de cuidado, de acompañamiento y un gran pilar en el activismo.

 

A continuación sintetizamos las intervenciones de lxs miembrxs del panel.

 

Ensayos de los discursos

 

Alexandre García, Vicedecana

Coherencia, Lucha y Genealogía Feminista: El Manifiesto de la Vicerrectora Alexandre García

(Gemini NotebookLM)

Al tomar la palabra en el marco de la conmemoración por los más de 30 años de formalización de un área crucial en la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), la Vicerrectora Alexandre García, apodada cariñosamente "Nini," transformó un acto protocolario en un potente manifiesto político y emocional. Su discurso, marcado por una "inmensísima inmensísima alegría," se centró no solo en la efeméride institucional, sino en la celebración de la militancia, la coherencia ininterrumpida y la firmeza de la lucha feminista, especialmente en lo que denominó "tiempos super violentos."

La idea central que articuló el mensaje de García fue la alegría como acto de resistencia colectiva. La celebración era un triunfo de la persistencia: "celebrar la militancia, celebrar la coherencia, celebrar las luchas, celebrar el estar juntas." Este núcleo argumental se desarrolló a través de varias ideas secundarias que enmarcaron la identidad feminista dentro de una continuidad histórica y un compromiso emocional profundo.

En primer lugar, García abordó el clima hostil contemporáneo, donde la declaración de la identidad feminista es tratada como una "acción acusatoria," e incluso se responsabiliza a las activistas por la misma violencia que padecen. Frente a esta criminalización, la Vicerrectora reafirmó su postura con una declaración de principios: "Soy feminista." Este gesto no solo fue una toma de posición personal, sino un desafío explícito a las narrativas que buscan silenciar o deslegitimar el movimiento.

La reafirmación identitaria se ancló en una profunda conciencia histórica. Si bien se celebraban tres décadas de formalización, García hizo hincapié en que la lucha tiene una genealogía mucho más vasta, con "siglos de militancia." Ella se reconoció humildemente como parte de una "larga cadena de militancias, de luchas, de derrotas, de luchas ganadas, de luchas perdidas," honrando así el legado que hizo posible la existencia del espacio conmemorado. Esta mirada histórica dotó al acto de un sentido de trascendencia.

Asimismo, la oradora celebró la unidad en la diversidad. Elogió el hecho de que estén "juntes," una unidad que no implica uniformidad de pensamiento, sino un consenso fundamental sobre el rumbo a seguir: saber "hacia dónde queremos ir y hacia dónde no queremos volver." Esta cohesión de propósito es la clave para la continuidad de la lucha, que se desarrolla simultáneamente "en las calles," "en la academia," y en el ámbito del apoyo mutuo, evocando emocionantes recuerdos como el abrazo compartido en la "plaza Belgrano."

Finalmente, el compromiso de García estuvo marcado por una poderosa carga emocional. Recordó los días de llanto compartido por las compañeras perdidas y por "tanta violencia que no merecíamos y que ellas no merecían." Este recuerdo de la memoria de la violencia se convierte en el motor del compromiso inquebrantable: "Por eso vamos a seguir juntas." El discurso concluyó con una visión de futuro y legado, destacando que han "parido hijas que siguen nuestro ejemplo," y reafirmando el triunfo político de su gestión al recordar con orgullo el canto que celebró su asunción como vicerrectora: "Tenemos una vice, una vice feminista." En síntesis, el discurso de Alexandre García fue un homenaje a la historia, una resistencia ante el presente y un juramento de perseverancia para el futuro.

 

 

Lily Louys

35 Años de Rebeldía y Horizontalidad: La Genealogía Pionera de Liliana Louys

(Gemini NotebookLM)

En el acto conmemorativo de lo que institucionalmente se celebraba como el trigésimo aniversario del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJU, la intervención de Liliana Louys, figura pionera y co-directora de la especialización, sirvió como un crucial anclaje histórico. Con una trayectoria que incluye la co-creación de la única Secretaría de la Mujer del gobierno jujeño y la redacción del Protocolo de Violencia de Género de la UNJU, Louys es una de las "históricas" del movimiento. Sus primeras palabras, un saludo y una corrección ("Felices 35. Yo sigo diciendo que son 35 y no 30"), establecieron inmediatamente la idea central de su discurso: la verdadera antigüedad y el espíritu rebelde y horizontal con el que fue concebida el área.

Louys se dedicó a reivindicar la genealogía de la lucha feminista local. Aunque la resolución formal data de 1995 (30 años), las actividades precursoras comenzaron en 1989, marcando 35 años de militancia activa. En 1989, la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales actuó como pionera al representar a la UNJU en el programa Redes de la subsecretaría de la mujer de la nación, una presencia universitaria con perspectiva de género en un espacio gubernamental. Esta vocación pionera se extendió a la esfera política provincial con la "aventura" de fundar, junto a "la negrita Cabana," la primera y única Secretaría de la Mujer del gobierno de Jujuy. La anécdota de su efímero final—al ser desmantelada con la justificación de que "lo mejor que se puede hacer por las mujeres es pagarle un buen sueldo al marido"—simboliza el retorno necesario a la academia como un refugio de resistencia.

Al volver a la Facultad, el área se fundó como un "paraguas" ideológico y organizativo, cuya característica fundamental era su compromiso con la horizontalidad y la militancia externa. Louys enfatizó que “nunca nos miramos el ombligo académicamente.” La horizontalidad era tal que, ante la pregunta de quién estaba a cargo para la resolución formal, la respuesta se convirtió en una declaración ideológica: “Nadie. Somos feministas, somos horizontales.” Esta estructura no jerárquica permitió que el área fuera un espacio de investigación, extensión y docencia con una postura clara: la lucha siempre entendió que "capitalismo, patriarcado y colonialismo son diferentes aspectos de una misma opresión."

Este entendimiento holístico de la opresión subraya la relación simbiótica que el área siempre mantuvo entre la academia y la calle. Louys defendió que la crítica feminista generada en la universidad es un saber único porque es "profundamente modificado por lo que sucede en el movimiento feminista." La teoría se nutre de la acción militante en las calles, y la función de las académicas es dar forma conceptual a esa praxis. En un testimonio palpable de este compromiso, el área fue el "primer espacio universitario fundador de la campaña nacional por el Derecho al Aborto Legal," un logro que sella su rol como vanguardia.

Con un tono de despedida debido a su inminente jubilación, Liliana Louys culminó su discurso con un llamamiento a las nuevas generaciones. Tras alegrarse por el espíritu pionero legado, expresó la esperanza de que las jóvenes "sepan resguardar este espíritu rebelde, revolucionario" y que el área "siga siendo horizontal, que siga siendo colectivo." Sin embargo, su despedida incluyó una nota de advertencia. Señaló que tienen "mucho laburo" por delante para emular esta trayectoria histórica, exhortando a que "junten fuerzas para eso porque se avecinan tiempos difíciles." Así, el discurso de Louys no fue solo una efeméride, sino un recordatorio militante de que la historia es un arma que debe ser honrada y defendida ante los desafíos venideros.

 

Claudia Laudano

El Activismo como Motor de Cambio: La Persistencia Feminista más allá de la Coyuntura

(Gemini NotebookLM)

La intervención de Claudia Laudano en el acto conmemorativo del Área de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJU, aunque iniciada con la afirmación de que "no pensaba hablar," se convirtió en un pilar esencial del encuentro al reafirmar la primacía del activismo feminista como motor innegociable de la transformación social. Laudano, reconocida académica y activista, fue un faro para el feminismo en la carrera de Comunicación Social y una figura que otorgó "entidad académica" a las iniciativas iniciales del área. Su idea central fue clara: la lucha feminista es una fuerza persistente que debe trascender y ser independiente de las coyunturas electorales o los "tiempos difíciles."

Laudano comenzó definiendo su propia identidad en términos de praxis: se ve fundamentalmente como "una activista" que ha llevado esa militancia al corazón de la academia. Esta simbiosis entre la calle y la universidad es la esencia del área. En este contexto, hizo hincapié en la importancia del reconocimiento público, un principio que el feminismo enseña y que debe ser ejercido internamente, sin esperar validación externa. Advirtió que, si bien existen "pequeñas rencillas, esas incomodidades, celos" típicos de los espacios académicos, estos roces no deben nublar la visión del propósito superior por el cual se pelea. El feminismo, para Laudano, es un "camino de ida para muchas para la vida," lamentando la falta de compromiso de aquellas que no contribuyen a su continuidad.

El corazón de su discurso residió en la reflexión sobre la independencia de la lucha frente al calendario político. Al situar el evento en el contexto de los "tiempos super violentos" y la coyuntura postelectoral, Laudano reconoció la vitalidad de la defensa de la universidad pública y de las políticas de Estado. Sin embargo, sostuvo la convicción de que las transformaciones profundas que busca el feminismo superan con creces el corto plazo electoral. Los cambios sociales, argumentó, se están construyendo "muy lentamente, con mucho trabajo, con mucha persistencia," y es esta labor constante y a largo plazo la que debe mantenerse a flote, independientemente de quién ocupe el poder. El objetivo primordial no es la victoria política coyuntural, sino la transformación de las estructuras sociales.

Finalmente, la académica hizo un balance de los logros y los retos pendientes. Celebró que, en un "ciclo de una potencia feminista muy importante," se haya logrado construir la militancia de manera interdisciplinaria. No obstante, señaló que la intersectorialidad—la capacidad de tejer redes y alianzas con sectores fuera de la academia y las disciplinas tradicionales—es un área donde "todavía tenemos bastante para escribir, reflexionar y pensar." El discurso de Claudia Laudano, por lo tanto, funcionó como una poderosa exhortación a la conciencia histórica y la perseverancia, definiendo el activismo como un compromiso existencial y una vocación de cambio que no se doblega ante la adversidad política.

 

 

Claudia Ugarte

El Protocolo como Cosecha Militante: Cuerpo y Corazón en la Lucha Contra la Violencia Institucional

(Gemini NotebookLM)

La intervención de Claudia Ugarte, en su rol de referente del Protocolo de Prevención e Intervención Institucional para las Situaciones de Violencia de Género de la UNJU, situó el debate en la dimensión más concreta y urgente de la militancia feminista: el logro tangible de la política pública. Su discurso, marcado por una "gran alegría y una emoción muy grande," afirmó que el Protocolo es el logro colectivo del Área de Género, "un hijo" cuya existencia y eficacia dependen íntegramente del compromiso emocional e inquebrantable de las compañeras que le "ponen el cuerpo" día a día.

Ugarte describió el Protocolo no como una mera norma administrativa, sino como el producto de una iniciativa de compañeras decididas a lograr una universidad libre de violencias. Detalló el meticuloso proceso de su elaboración, que incluyó la lectura de todos los protocolos existentes y su posterior puesta en discusión con representantes de todos los claustros de la UNJU (docentes, no docentes, estudiantiles), logrando su aprobación final por resolución del Consejo Superior en abril de 2019. Esta formalización institucional, si bien es un triunfo, es para Ugarte una cáscara vacía sin la dedicación constante.

El eje central de su mensaje radicó en la tesis de que el Protocolo solo se sustenta gracias a la militancia. La referente enfatizó que su funcionamiento depende del "trabajo, al compromiso de compañeras que le ponen el cuerpo cotidianamente," aplicando el "corazón y el cuerpo, la cabeza," un compromiso aprendido desde los inicios del Área. En un contexto donde "corren tiempos difíciles para las universidades," Ugarte reconoció que el equipo trabaja "a dolores," poniendo su saber, su escucha y su resistencia frente a las adversidades políticas y económicas. En este punto, destacó con gratitud el trabajo vital de Mariana Karina Elisa ("nuestra abogada"), Cela Groso, Silvana Cruz y la co-directora Liliana López, quienes sostienen la estructura con su compromiso.

Al agradecer a las autoridades de la UNJU por brindar un lugar para el trabajo y la atención, Ugarte enmarcó el Protocolo en la continuidad histórica del movimiento. Afirmó que son "hijas de la lucha que empezó siglos atrás," una lucha que debe ser continuada por las generaciones futuras. Cerró con una reflexión profundamente personal que resumió el impacto transformador del feminismo en su vida, señalando que el Área le "cambió el curso vital" y que su vida no sería la misma sin esa militancia. De este modo, el discurso de Claudia Ugarte se convierte en un testimonio emotivo sobre cómo la convicción ideológica y el compromiso personal se traducen en herramientas institucionales concretas para combatir la violencia.

 

Sofía Bailovsky

El Triunfo de la Persistencia: Genealogía y Logros del Feminismo Institucionalizado en la UNJU

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El discurso de Sofía Bailovsky, historiadora y directora de la especialización en estudios de género y política, se erigió en el acto conmemorativo como una pieza clave para legitimar la existencia del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJU. Su intervención fue una narración histórica y una celebración militante, cuya idea central buscó demostrar que el área es un espacio de activismo feminista persistente que, operando bajo la consigna de "ir siempre por más," logró trascender la informalidad para conquistar la institucionalización y los espacios de decisión universitaria.

Bailovsky enmarcó el inicio del área no como una creación ex nihilo, sino como un "reinicio público a partir del regreso a la democracia," anclado en las luchas de las feministas argentinas y mundiales, honrando a las "ancestras." Esta perspectiva genealógica fue fundamental para contextualizar las dificultades iniciales. La historiadora rememoró los tiempos fundacionales con sus reuniones en un galpón y el esfuerzo colectivo de la militancia, que incluía juntar fondos con "rifas, con locro" para viajar y las "reuniones de los martes a la tarde" dedicadas al debate teórico y al intercambio de historias de mujeres.

Un momento crucial en su relato fue la anécdota de la "denuncia" mediática, cuando el grupo fue señalado en un diario como "psico lesbiana feminista." Lejos de ser un revés, este ataque generó una "alegría" profunda, pues significaba que existían y que eran "reconocidas como espacio." En esa etapa temprana, la militancia se situaba en primer plano, con la academia sirviendo como un vehículo para la acción.

El proceso de institucionalización fue presentado como un logro político arduo. Bailovsky destacó la lucha para obtener la resolución de 1995 y el debate "muy calurosamente" librado en el consejo académico para que el grupo fuera reconocido como un área con entidad propia, y no se redujera a una mera cátedra o unidad de investigación. Este esfuerzo consolidó la base para su aspiración política más ambiciosa.

El punto nodal del discurso de Bailovsky fue la transición del activismo de base al poder de decisión. Ella articuló la necesidad de cambiar la posición de quienes deben pedir—"dame lo que yo quiero"—a la de quienes tienen la capacidad de otorgar o legitimar: "yo firmo." La presencia actual de integrantes del área en puestos clave, como el Vicerrectorado y la Secretaría de Posgrado—impulsando fuertemente las carreras de posgrado—fue celebrada como un triunfo político que demuestra la capacidad del feminismo para influir directamente en la política universitaria.

Este avance fue siempre guiado por el principio de "ir siempre por más" y "nunca chiquitaje." Bailovsky ilustró esta consigna con el ejemplo de la incorporación de materias de género en el plan de estudios, donde en lugar de conformarse con solicitar una optativa, se exigió una materia obligatoria. Finalmente, la directora celebró la multiplicación de los resultados, con un creciente número de miembros, estudiantes de posgrado y profesionales, además del apoyo de grupos aliados como Gepardes, ahora una unidad de investigación. Concluyó cediendo el paso a la ronda de reconocimientos, reafirmando el papel del área como un motor de cambio que sigue cosechando y proyectando el legado feminista.

 

La Placa Conmemorativa: Cuando la Militancia Trascendió la Formalidad

La conmemoración de los 30 años (o 35, según la corrección histórica de las pioneras) del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJU fue, ante todo, una celebración de la militancia, la coherencia y las luchas en "tiempos super violentos". El evento, marcado por la emoción, el recuerdo de las genealogías feministas y la reafirmación del compromiso activista, se centró en honrar la trayectoria colectiva y horizontal, más que en la rigidez ceremonial. Este énfasis en el proceso vivo de la lucha resultó evidente en el momento en que se recordó, casi como un apéndice, el acto de descubrimiento de la placa conmemorativa.

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El Olvido Institucional en Medio de la Euforia Militante

El clímax del evento no fue el descubrimiento de un monumento, sino la extensa y sentida entrega de reconocimientos a las históricas, las fundadoras, las activistas y las organizaciones aliadas (como la Fundación Juanita Moro, Polenta y Gepardes). Una vez concluida esta ceremonia, y después de que las compañeras se abrazaran y cantaran consignas ("que va a vencer, que va a vencer abajo el patriarcado. Se va a caer, se va a caer"), la atención se dirigió brevemente a un elemento que había quedado pendiente en el programa: la placa conmemorativa.

El intercambio que identifica este momento revela una gran informalidad, sugiriendo que la materialización simbólica de la institución (la placa) había sido eclipsada por la energía de la resistencia en curso. La mención se da de forma casi espontánea: "¿Qué tenemos? La placa. Y la placa. ¿Alguien se acuerda de la placa? La placa. Pero ni siquiera saben dónde es".

Este intercambio es significativo. La sorpresa colectiva ante el olvido del gesto formal subraya que, para las participantes, el verdadero significado de la reunión residía en el afecto mutuo y la reafirmación del compromiso feminista. La pregunta retórica sobre si alguien se acuerda de la placa y la inmediata preocupación logística sobre su ubicación ("ni siquiera saben dónde es") contrasta fuertemente con la pasión evidente en los discursos, que habían definido al área como un "paraguas" para las iniciativas de lucha y un espacio que nunca se miró "el ombligo académicamente".

La respuesta al recordatorio de la placa fue pragmática: alguien se apresuró a recordar a los presentes que, después del acto simbólico pendiente, venía la parte más social: "Ah, después hay que comerse y beberse lo que está ahí, así que tampoco se vaya. Lo más importante...". De este modo, la placa quedó insertada entre la euforia activista y la camaradería de la convivencia, demostrando que el núcleo del área es la situación, interacción y experiencia, y no los rituales institucionales.

Conclusión

El (casi) olvido de la placa conmemorativa encapsula perfectamente el espíritu del Área de Género: un espacio cuya existencia y fuerza provienen directamente de la militancia inquebrantable, el debate apasionado y la horizontalidad, y no de la autoridad formal. Aunque la institucionalización fue un triunfo arduo (una batalla que se libró para ser reconocidas como área y no solo como cátedra), la legitimidad del movimiento siempre ha radicado en la calle y en la persistencia "muy a pesar de estas coyunturas". El acto de la placa, por lo tanto, no fue el punto focal, sino un recordatorio final de que el "aquí y ahora" feminista es un proceso en constante desarrollo que abarca un pasado, acuna futuros, y que incluso los símbolos más importantes deben ceder el paso a la continuidad de la lucha y la solidaridad.

 



jueves, 23 de octubre de 2025

Síntesis de la Mesa 2 en “Tejeríos”: Derechos, Violencia de Género y Acompañamiento Institucional

 La Mesa 2 de “Tejeríos” reunió a referentes del ámbito educativo, jurídico, comunitario y comunicacional para debatir los avances y obstáculos en la implementación de derechos y la lucha contra la violencia de género en Salta. A partir de exposiciones y un intercambio abierto con el público, se delinearon tanto los logros instituidos —como protocolos de identidad, redes de acompañamiento y leyes contra la violencia digital—, como las brechas persistentes entre la legislación y su efectiva aplicación. El encuentro evidenció el papel fundamental del activismo y las redes territoriales para cubrir vacíos institucionales, y propuso fortalecer la capacitación con perspectiva de género ante los nuevos desafíos sociales y legales.

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Contenidos


Introducción:intercambio de experiencias sobre la implementación de derechos

1.Exposiciones de la Mesa

1.1.Ana Pérez: El Derecho a la Identidad de Género en Espacios Educativos de Salta

1.2.Flavia Garagorri Gutiérrez: Obstáculos en el Acompañamiento Legal a InfanciasTrans y Familias Diversas

1.3.Pablo Alejandro Río: Comunicación y Salud para el Parto Respetado

1.4.Nina María Rivera y Natalia Altamirano: Red de Promotoras Territoriales enViolencia de Género

1.5.Belén Gallardo: Violencia Digital y la Aplicación de la Ley Olimpia

2.Intercambio y Debate con los Asistentes

2.1.Aclaraciones sobre la Ley de Identidad de Género

2.2.Diálogo sobre la Red de Promotoras Territoriales

2.3.Diálogo sobre Violencia Digital

Conclusión:una brecha persistente

 

 

 

Introducción: intercambio de experiencias sobre la implementación de derechos

Personas sentadas en una mesa

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La Mesa 2 del “tejerío” se constituyó como un espacio de análisis y convergencia para el intercambio de experiencias sobre la implementación de derechos, las respuestas institucionales a la violencia de género y los desafíos persistentes en el acceso a la justicia y la salud. El panel reunió a profesionales y activistas de la educación, el derecho, la comunicación y el trabajo comunitario, quienes ofrecieron un panorama multifacético de las luchas por la dignidad y la igualdad en la provincia de Salta. A través de sus exposiciones, se abordó desde la aplicación del derecho a la identidad de género en las escuelas y los obstáculos judiciales para las infancias trans, hasta el rol de la comunicación en la promoción del parto respetado, el trabajo de las redes territoriales de acompañamiento y los nuevos desafíos que plantea la violencia digital. Sintetizamos las contribuciones centrales de cada ponente y el enriquecedor debate que le siguió.


 

1. Exposiciones de la Mesa

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A continuación, se detallan las proposiciones centrales de cada ponente, resumiendo sus análisis, hallazgos y experiencias de manera fiel a sus presentaciones originales, con el objetivo de reconstruir el diálogo y las problemáticas expuestas durante el encuentro.

1.1. Ana Pérez: El Derecho a la Identidad de Género en Espacios Educativos de Salta

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Ana Pérez, del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, centró su exposición en la Resolución 635/21 de Salta, un protocolo clave para el registro y cambio de identidad de género en el ámbito educativo. La necesidad de esta norma surgió, según explicó, por la falta de una reglamentación específica en la Ley de Identidad de Género nacional para los cambios administrativos, lo que generaba vulneraciones sistemáticas de derechos. Pérez describió casos concretos de infancias y adolescencias trans que, al no ser nombradas correctamente, abandonaban materias o sufrían un impacto directo en su trayectoria escolar. Este caso ilustra un patrón recurrente en la mesa: la creación de una herramienta legal progresista cuya aplicación choca de inmediato con la inercia y la falta de capacitación institucional.

La firma de la resolución fue impulsada por dos eventos de alto impacto público: el hallazgo de los restos de Santiago Cancino, un joven trans buscado con su identidad anterior, y la denuncia en el INADI contra el Instituto Timoteo, que exigía a las familias aceptar que sus hijos fueran tratados según el sexo asignado al nacer.

Pérez destacó las provisiones clave del protocolo, que incluyen:

  • Priorización del interés superior del niño: La escuela está obligada a garantizar el derecho a la identidad incluso sin el consentimiento de los progenitores.
  • Obligatoriedad del nombre autopercibo: Se prohíbe explícitamente el uso del nombre anterior.
  • Confidencialidad del proceso: El cambio registral no debe ser publicitado.

A pesar de este avance, la ponente señaló desafíos persistentes. El resultado del monitoreo de una campaña de afiches, realizada en colaboración con el Ministerio de Educación, fue "bastante lamentable": de los 21 establecimientos contactados, solo se pudo monitorear a 12, y aunque en 11 de ellos los afiches estaban pegados, muchos directivos no recordaban el material. Un obstáculo técnico significativo fue el Sistema Integral de Información Digital Educativa (SINIDE). La solución fue encontrada en diálogo con el responsable del sistema, Leo Ferrario, quien demostró que el cambio de nombre era posible manualmente y autorizó la creación de un video explicativo, evidenciando la importancia de encontrar "huecos" en el sistema para garantizar derechos.

Este análisis sobre los obstáculos en el sistema educativo sentó las bases para comprender las dificultades más amplias que enfrentan las personas trans en el ámbito judicial, tema que abordó la siguiente ponente.

1.2. Flavia Garagorri Gutiérrez: Obstáculos en el Acompañamiento Legal a Infancias Trans y Familias Diversas

Desde una perspectiva jurídica, Flavia Dalagordi Gutiérrez expuso las dificultades administrativas y judiciales que persisten a 13 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género. Identificó dos tipos principales de impedimentos que obstaculizan el pleno ejercicio de los derechos.

  • Dificultades Administrativas: Utilizando el ejemplo del reconocimiento de un "niñe no binarie", explicó cómo figuras diseñadas como una garantía, como la intervención de la "abogada del niñe", pueden convertirse en un obstáculo burocrático. En la práctica, esta instancia ha derivado en cuestionamientos sobre los procesos de crianza y la naturaleza fluctuante de la identidad de género.
  • Dificultades Judiciales: Describió el caso de un adolescente que buscaba un segundo cambio de identidad, un proceso que la ley exige judicializar. Los problemas encontrados fueron el uso de la identidad anterior en la carátula del expediente y la solicitud de pericias psicológicas, una práctica que patologiza la identidad y contradice el espíritu de la ley.

Además, Gutiérrez ilustró la resistencia institucional con un caso de reconocimiento de comaternidad que tardó tres años en resolverse. Este proceso, prolongado por vacíos legales y la reticencia del sistema, generó un enorme desgaste en la familia. Su propuesta central fue clara: es imperativo capacitar a los operadores institucionales y registrar sistemáticamente estas vulneraciones para poder impulsar cambios significativos en las políticas públicas.

La discusión sobre el acceso a derechos en el sistema de justicia conectó directamente con la necesidad de una comunicación efectiva para garantizar el acceso a la salud.

 

1.3. Pablo Alejandro Río: Comunicación y Salud para el Parto Respetado

 Pablo Alejandro Río presentó la experiencia del servicio de extensión universitaria "Teléfono a la salud", un proyecto con 30 años de trayectoria. Explicó que, si bien el servicio se había enfocado históricamente en la salud de las mujeres, las consultas recibidas durante la pandemia motivaron un reenfoque en la promoción del "parto respetado".

El equipo realizó un diagnóstico de comunicación cuyos hallazgos principales fueron:

  • Un conocimiento parcial y fragmentado de la Ley 25.929 de Parto Respetado.
  • Acciones de comunicación aisladas y poco sistemáticas, a menudo limitadas a posteos conmemorativos.
  • La persistencia de un modelo médico hegemónico que prioriza el saber profesional por sobre la experiencia y los derechos de las pacientes.

A partir de este diagnóstico, se desarrolló una estrategia de comunicación con tres ejes: promover el parto respetado, revalorizar prácticas culturales diversas y fomentar un diálogo más inclusivo. Río concluyó que la comunicación en salud es una herramienta fundamental para "acompañar, escuchar, abrir el diálogo y tratar de transformar realidades". Su reflexión final encapsuló el espíritu del proyecto: "El derecho a un parto respetado comienza en la palabra".

Este enfoque en el trabajo de base desde la universidad sirvió como puente para analizar las redes comunitarias que operan directamente en los territorios.

1.4. Nina María Rivera y Natalia Altamirano: Red de Promotoras Territoriales en Violencia de Género

Un grupo de personas en un salón de clases

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Nina María Rivera y Natalia compartieron la experiencia de conformación de la Red de Promotoras Territoriales en Violencia de Género. La red surgió en 2020, en el contexto del aislamiento por la pandemia y el alarmante aumento de femicidios en Salta, que ese año alcanzaron los 14 casos.

Lo que comenzó como una convocatoria digital se transformó rápidamente en una organización territorial con grupos por zonas (norte, centro, sur y sudeste). Sus acciones concretas buscaron responder a las necesidades urgentes de la comunidad:

  • Grupos de escucha como "No estás sola" para ofrecer contención.
  • Merenderos y comedores que funcionaron como puntos de encuentro y acceso a las mujeres de los barrios.
  • Formación interna sobre la ley, protocolos y estereotipos de género.
  • Acompañamiento a mujeres en la "ruta crítica" de la denuncia.

La red también luchó por su reconocimiento institucional, presentando un proyecto de ley en la legislatura provincial para el reconocimiento económico de la labor de las promotoras. Aunque el proyecto logró "media sanción", finalmente fue archivado. Un reconocimiento parcial llegó a través del programa nacional "Tejendo Matria". Las ponentes subrayaron la importancia de la red como un espacio de sororidad y empoderamiento, que da voz a las mujeres de los barrios y visibiliza un trabajo esencial que el Estado no cubre.

La violencia de género abordada en el espacio físico y comunitario se expande hoy a nuevas plataformas, un tema explorado en la última ponencia.

1.5. Belén Gallardo: Violencia Digital y la Aplicación de la Ley Olimpia

Una mujer sentada en un escritorio

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Belén Gallardo cerró las exposiciones con un análisis sobre la violencia digital y la aplicación de la Ley Olimpia, sancionada en 2023. Definió la violencia digital como toda conducta contra las mujeres basada en su género y mediada por tecnologías de la información y la comunicación (TICs).

La Ley Olimpia, explicó, representa un avance crucial al incorporar la violencia digital como una nueva modalidad dentro de la Ley 26.485 de Protección Integral para las Mujeres. Gallardo ilustró la paulatina pero creciente aplicación de la ley a través de una secuencia de fallos judiciales recientes:

  • Tucumán (octubre de 2023): Un juez de familia ordenó eliminar publicaciones sobre una menor, argumentando que la violencia en línea es una "extensión" de la violencia del mundo real.
  • Buenos Aires (enero de 2024): Se dictó una medida cautelar en un caso de difusión no consentida de imágenes, invocando la ley para fundamentar el daño psicológico sufrido por la víctima.
  • Buenos Aires (junio de 2024): Otro fallo, en una disputa de competencia, reafirmó la aplicabilidad de la ley para ordenar la eliminación de contenido.
  • Buenos Aires (2024): Un caso paradigmático resultó en una indemnización de 13.5 millones de pesos para una mujer del servicio penitenciario cuyas imágenes íntimas fueron difundidas por colegas. El fallo civil, basado en la Ley Olimpia, destacó que la violencia digital está "potenciada" por la velocidad e inmediatez de las redes.

Gallardo señaló la falta de datos y casos conocidos en Salta y mencionó la existencia del proyecto de Ley Belén, que busca un paso más allá: tipificar como delito en el Código Penal la difusión no consentida de material íntimo.

 

 

2. Intercambio y Debate con los Asistentes

Tras las ponencias, se abrió un espacio de diálogo entre los expositores y el público, que permitió profundizar en los temas tratados, aclarar conceptos y compartir reflexiones adicionales que enriquecieron el debate general.

Personas sentadas en una mesa

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2.1. Aclaraciones sobre la Ley de Identidad de Género

A raíz de la presentación de Flavia Garagorri Gutiérrez, un asistente del público con experiencia jurídica aportó aclaraciones importantes sobre la interpretación de la ley:

  • Artículo 8 (Derecho de Reversión): Se señaló que este artículo, que judicializa un segundo cambio de identidad, ha sido declarado inconstitucional en algunas jurisdicciones por contradecir la concepción de la identidad como un proceso dinámico y no como un estado al que se "revierte".
  • Artículo 5 (Cambio en Menores): Se explicó que una interpretación evolutiva, basada en el Código Civil y las leyes de protección de la niñez, ha avanzado en eliminar la exigencia del consentimiento de ambos progenitores, permitiendo que un solo referente afectivo acompañe el trámite.
  • Riesgo de Patologización: Se reiteró el peligro de que la judicialización de estos procesos abra la puerta a interpretaciones patologizantes y restrictivas por parte de los operadores de justicia.

2.2. Diálogo sobre la Red de Promotoras Territoriales

Las ponentes Nina María Rivera y Natalia respondieron a preguntas del público sobre el funcionamiento y estado de la red:

  • ¿Inclusión de varones y diversidad? Respondieron que la convocatoria siempre fue abierta, pero en la práctica se sumaron mayoritariamente mujeres.
  • ¿Estado actual de la red? Confirmaron que la red sigue activa, recibiendo casos y realizando acompañamientos. Mencionaron que las credenciales obtenidas a través del programa "Tejendo Matria" han sido una herramienta útil para incidir en comisarías y exigir la toma de denuncias.
  • ¿Estado del proyecto de ley provincial? Aclararon que el proyecto de reconocimiento económico quedó estancado y fue archivado en la Cámara de Diputados.

2.3. Diálogo sobre Violencia Digital

Belén Gallardo recibió una pregunta sobre el uso del término "mediación" en su exposición. Aclaró que no se refería al concepto jurídico de mediación como método de resolución de conflictos, sino al concepto de la teoría de la comunicación de Jesús Martín-Barbero. Explicó que, desde esa perspectiva, las sentencias judiciales actúan como "mediaciones" en tanto son espacios donde se construyen significados sociales y se ejerce un poder simbólico y persuasivo en la sociedad.

Conclusión: una brecha persistente

La Mesa 2 evidenció con claridad una serie de tensiones y desafíos transversales que conectaron todas las exposiciones. El hilo conductor fue la brecha persistente entre la existencia de leyes de avanzada y su efectiva implementación en la práctica cotidiana. Tanto en las escuelas, como en los tribunales o los centros de salud, la resistencia institucional, el desconocimiento y los prejuicios continúan siendo barreras significativas para el pleno ejercicio de los derechos.

En este escenario, emergió con fuerza el rol insustituible del activismo y las redes comunitarias. Desde el acompañamiento a infancias trans hasta el apoyo a víctimas de violencia, estas redes cubren los vacíos del Estado, empujan por el cumplimiento de las normativas y construyen espacios de contención y empoderamiento.

Finalmente, el panel demostró la necesidad de una capacitación continua y con perspectiva de género para todos los operadores de los sistemas de justicia, salud y educación. Asimismo, el debate sobre la violencia digital subrayó cómo las formas de agresión evolucionan, planteando nuevos desafíos al sistema legal y a la sociedad en su conjunto. El encuentro, en definitiva, se consolidó como un valioso espacio de reflexión crítica y de puesta en común de estrategias para continuar la defensa de los derechos de género en todos los ámbitos.

 

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