Notas descriptivas.
Por Fernando Pequeño,
con Gemini NotbookLM
Contenidos
Las menciones de reconocimiento
Coherencia,Lucha y Genealogía Feminista: El Manifiesto de la Vicerrectora Alexandre García
35 Años de Rebeldía y Horizontalidad: La Genealogía Pionera de Liliana Louys
El Activismo como Motor de Cambio: La Persistencia Feminista más allá de laCoyuntura
El Protocolo como Cosecha Militante: Cuerpo y Corazón en la Lucha Contra laViolencia Institucional
El Triunfo de la Persistencia: Genealogía y Logros del FeminismoInstitucionalizado en la UNJU
La Placa Conmemorativa: Cuando la Militancia Trascendió la Formalidad
En un encuentro en una aula de la Universidad, celebramos de los 30 años del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), aunque había quienes decían que la lucha data de 35 años. A través de varios discursos de académicas y activistas feministas, nos juntamos para conmemorar la historia del área como pionera en el noroeste argentino, destacando su fundación en 1995 y su rol central en la academia y la militancia contra la opresión de género. Quienes tomaron la palabra enfatizaron la naturaleza colectiva, horizontal e interdisciplinaria del área, su compromiso con la transformación social más allá de las coyunturas políticas, y la importancia de la lucha en las calles y en la institucionalización de temas de género, como el desarrollo del protocolo contra la violencia. El encuentro terminó con un emotivo reconocimiento a las fundadoras, históricas y colaboradoras/es que han impulsado los derechos de las mujeres y disidencias, reafirmando su resiliencia ante los tiempos difíciles.
Lxs presentes
Estuvieron presentes:
- x:
Es la coordinadora principal del evento. Forma parte de Gepardes y
del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género. Es la
encargada de introducir a las autoridades y a las invitadas y
posteriormente de conducir la entrega de reconocimientos. También es
reconocida por su labor en la lucha por los derechos de las disidencias y
por haber realizado todo el material de discusión y certificados del
evento.
- Alexandre
García: Es la Vicerrectora de la Universidad Nacional de Jujuy
(UNJU), mencionada también por su apodo "Nini". Se
identifica abiertamente como feminista y celebra los 30 años del área,
enfatizando la importancia de la militancia, la coherencia y las luchas.
- Interlocutora
1: Esta oradora no es nombrada en el momento de su intervención. Habla
después de la Vicerrectora (Alexandre García) y se refiere a la Facultad
de Humanidades y Ciencias Sociales como la casa de las áreas de género.
Discute la importancia de defender la universidad pública y la necesidad
de "pasarse tres pueblos más" frente a la violencia. Utiliza el "nosotras
y nosotres inclusivos" para conjugar verbos.
- Liliana
Louys: Integrante de la comisión coordinadora (una de las
"históricas"). Es una figura pionera que sitúa el inicio de las
actividades en 1989 (35 años antes de la celebración), cuando la facultad
participó del programa Redes de la subsecretaría de la mujer de la nación.
Participó en la creación de la primera y única Secretaría de la Mujer del
gobierno de Jujuy. Es una de las fundadoras del área y una de las
colaboradoras en la redacción del Protocolo de Prevención e Intervención
Institucional ante situaciones de violencia de género de la UNJU, y está
terminando su colaboración por jubilación.
- Noemí
Cabrera: Identificada como integrante de las "históricas" y
de la "prehistoria" del área. Tiene 75 años y compartió su
experiencia de transformación personal y la lucha feminista, incluso
dentro de su propia casa.
- Claudia
Laudeano (Activista/Académica): Recibe el micrófono en y afirma que no
planeaba hablar. Se define fundamentalmente como activista que ha
llevado el activismo a la academia. Sostiene que las transformaciones
sociales deben ir mucho más allá de las coyunturas políticas electorales.
(Liliana López la menciona previamente como Claudia Laudano, pilar
para la mirada feminista en la carrera de comunicación social).
- Claudia
(Representante del Protocolo): Es identificada como "Claudia
del histórica". Habla en representación del Protocolo de
Prevención e Intervención para situaciones de violencia de género de la
UNJU, al que describe como un "hijo" y un logro colectivo del
área. Menciona que el protocolo fue aprobado en 2019 y se sustenta en el
compromiso y la militancia.
- Sofía
Bailovsky: Una de las fundadoras o "históricas" del
área. Es la directora de la especialización en estudios de género y
política. Historiadora del área, relata el "reinicio
público" tras el regreso a la democracia y las dificultades de la
militancia temprana (como la denuncia en el diario como "psico
lesbiana feminista"). Destaca la lucha por la institucionalización
del área y el logro de tener integrantes en espacios de decisión como el
Vicerrectorado.
- Natalia:
Agradece la oportunidad de hablar. Expresa gratitud a las
"históricas" y al equipo del protocolo (Marina, Lili, Claudia)
por el acompañamiento y la lucha en "tiempos que son muy duros".
- María
José Carrizo: Mencionada inicialmente como parte del equipo técnico.
Habla en representación de la Fundación Juanita Moro. Saluda y
felicita al área, reconociéndola como un espacio de cuidado,
acompañamiento y un gran pilar en el activismo.
Las menciones de reconocimiento
Posterior a las intervenciones de todxs quienes estuvieron
sentadxs en el panel, el momento de la entrega de las menciones y
reconocimientos comienza cuando Sofía Bailovsky anuncia que, para
finalizar, queda pendiente una serie de reconocimientos. Estos honran a
aquellas personas y organizaciones que acompañaron al Área Interdisciplinaria
de Estudios de la Mujer y de Género a lo largo de sus 30 años de trayectoria,
trabajo y proyectos, incluyendo a las personas que forman parte del área en el
presente. Ariel Monterrubian es quien conduce la entrega, señalando que
la lista está "todo mezclado, así que vamos de al principio, la histórica,
la últimas, la primera".
A continuación, se presenta el listado de las personas,
grupos u organizaciones mencionadas o reconocidas durante este segmento, con
los motivos explícitos en las fuentes:
- Sofí
(Sofía Bailovsky): Como directora de la especialización en estudios de
género y política.
- María
José Carrizo: Miembro del equipo técnico.
- López
(Co-directora de la especialización pública).
- Teresa
Jordán: Mencionada inicialmente como Jordán, y luego como "Cartera
increída".
- Gisela
Groso: Equipo técnico Protocolo.
- Claudio.
- Noelia
Osores: Protocolo, por la licencia estudiantil por maternidades.
- Noelia
Carrizo: Integrante del área.
- Alejandra
García Vargas: Por su labor en la Secretaría de Posgrado.
- Melina
Gaona: Integrante del área.
- Lara
Montial Vergicio.
- Beatriz
Cabana: Por su labor en la defensa de las mujeres.
- Liliana
Louys: Agradecida por despabilar la cabeza con el género.
- Gabriela:
Por la primera investigación sobre la ciencia.
- Laura:
Por ser un pilar de nuestros espacios femeninos.
- Elena
Espíndola: Reconocimiento por "derechos".
- Norma
Flores.
- Noemí
Cabrera: Fundadora de la prehistoria.
- Elena
Tapia: Fundadora.
- Ariel
Monterrubian: Por su lucha por los derechos de las disidencias
y por haber realizado todo el material de discusión, las tapas y
los certificados del evento.
- Fernando
Pequeño Ragone, por la Comisión de la mujer Salta, por su acompañamiento.
- Gustavo
Cabana: Por su lucha por los derechos de las disidencias sexuales.
- Sergio
Gatica: Por los derechos de las disidencias sexuales en tardes.
- Álvaro
Zaprano: Por su lucha, por los derechos de las disidencias y
por su cumpleaños.
- Natalia:
Mencionada en la lista y quien agradece a las "históricas" y al
equipo del protocolo.
- Polenta:
Medio digital autogestivo feminista.
- Pierra,
papel y tijera: Por su compromiso con la lucha de las mujeres y las
sexuales.
- David
Gutiérrez.
- Marina
Grande.
- Fundación
Juanita Moro: Reconocida como un espacio de cuidado, de
acompañamiento y un gran pilar en el activismo.
A continuación sintetizamos las intervenciones de lxs
miembrxs del panel.
Ensayos de los discursos
Alexandre García, Vicedecana
Coherencia, Lucha y Genealogía Feminista: El
Manifiesto de la Vicerrectora Alexandre García
(Gemini NotebookLM)
Al tomar la palabra en el marco de la
conmemoración por los más de 30 años de formalización de un área crucial en la
Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), la Vicerrectora Alexandre García, apodada
cariñosamente "Nini," transformó un acto protocolario en un potente
manifiesto político y emocional. Su discurso, marcado por una "inmensísima
inmensísima alegría," se centró no solo en la efeméride institucional,
sino en la celebración de la militancia, la coherencia ininterrumpida y la firmeza
de la lucha feminista, especialmente en lo que denominó "tiempos super violentos."
La idea central que articuló el mensaje de García fue la
alegría como acto de resistencia colectiva. La celebración era un triunfo de la
persistencia: "celebrar la militancia, celebrar la coherencia, celebrar
las luchas, celebrar el estar juntas." Este núcleo argumental se
desarrolló a través de varias ideas secundarias que enmarcaron la identidad
feminista dentro de una continuidad histórica y un compromiso emocional
profundo.
En primer lugar, García abordó el clima hostil
contemporáneo, donde la declaración de la identidad feminista es tratada como
una "acción acusatoria," e incluso se responsabiliza a las activistas
por la misma violencia que padecen. Frente a esta criminalización, la
Vicerrectora reafirmó su postura con una declaración de principios: "Soy
feminista." Este gesto no solo fue una toma de posición personal, sino un
desafío explícito a las narrativas que buscan silenciar o deslegitimar el movimiento.
La reafirmación identitaria se ancló en una profunda
conciencia histórica. Si bien se celebraban tres décadas de formalización,
García hizo hincapié en que la lucha tiene una genealogía mucho más vasta, con
"siglos de militancia." Ella se reconoció humildemente como parte de
una "larga cadena de militancias, de luchas, de derrotas, de luchas
ganadas, de luchas perdidas," honrando así el legado que hizo posible la
existencia del espacio conmemorado. Esta mirada histórica dotó al acto de un
sentido de trascendencia.
Asimismo, la oradora celebró la unidad en la diversidad.
Elogió el hecho de que estén "juntes," una unidad que no implica
uniformidad de pensamiento, sino un consenso fundamental sobre el rumbo a
seguir: saber "hacia dónde queremos ir y hacia dónde no queremos
volver." Esta cohesión de propósito es la clave para la continuidad de la
lucha, que se desarrolla simultáneamente "en las calles," "en la
academia," y en el ámbito del apoyo mutuo, evocando emocionantes recuerdos
como el abrazo compartido en la "plaza Belgrano."
Finalmente, el compromiso de García estuvo marcado por una
poderosa carga emocional. Recordó los días de llanto compartido por las
compañeras perdidas y por "tanta violencia que no merecíamos y que ellas
no merecían." Este recuerdo de la memoria de la violencia se convierte en
el motor del compromiso inquebrantable: "Por eso vamos a seguir
juntas." El discurso concluyó con una visión de futuro y legado,
destacando que han "parido hijas que siguen nuestro ejemplo," y
reafirmando el triunfo político de su gestión al recordar con orgullo el canto
que celebró su asunción como vicerrectora: "Tenemos una vice, una vice
feminista." En síntesis, el discurso de Alexandre García fue un homenaje a
la historia, una resistencia ante el presente y un juramento de perseverancia
para el futuro.
Lily Louys
35 Años de Rebeldía y Horizontalidad: La
Genealogía Pionera de Liliana Louys
(Gemini NotebookLM)
En el acto conmemorativo de lo que
institucionalmente se celebraba como el trigésimo aniversario del Área
Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJU, la
intervención de Liliana Louys, figura pionera y co-directora de la
especialización, sirvió como un crucial anclaje histórico. Con una trayectoria
que incluye la co-creación de la única Secretaría de la Mujer del gobierno
jujeño y la redacción del Protocolo de Violencia de Género de la UNJU, Louys es
una de las "históricas" del movimiento. Sus primeras palabras, un
saludo y una corrección ("Felices 35. Yo sigo diciendo que son 35 y no
30"), establecieron inmediatamente la idea central de su discurso: la
verdadera antigüedad y el espíritu rebelde y horizontal con el que fue concebida
el área.
Louys se dedicó a reivindicar la genealogía de la lucha
feminista local. Aunque la resolución formal data de 1995 (30 años), las
actividades precursoras comenzaron en 1989, marcando 35 años de militancia
activa. En 1989, la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales actuó como
pionera al representar a la UNJU en el programa Redes de la subsecretaría de la
mujer de la nación, una presencia universitaria con perspectiva de género en un
espacio gubernamental. Esta vocación pionera se extendió a la esfera política provincial
con la "aventura" de fundar, junto a "la negrita Cabana,"
la primera y única Secretaría de la Mujer del gobierno de Jujuy. La anécdota de
su efímero final—al ser desmantelada con la justificación de que "lo mejor
que se puede hacer por las mujeres es pagarle un buen sueldo al
marido"—simboliza el retorno necesario a la academia como un refugio de
resistencia.
Al volver a la Facultad, el área se fundó como un
"paraguas" ideológico y organizativo, cuya característica fundamental
era su compromiso con la horizontalidad y la militancia externa. Louys enfatizó
que “nunca nos miramos el ombligo académicamente.” La horizontalidad era tal
que, ante la pregunta de quién estaba a cargo para la resolución formal, la
respuesta se convirtió en una declaración ideológica: “Nadie. Somos feministas,
somos horizontales.” Esta estructura no jerárquica permitió que el área fuera
un espacio de investigación, extensión y docencia con una postura clara: la
lucha siempre entendió que "capitalismo, patriarcado y colonialismo son
diferentes aspectos de una misma opresión."
Este entendimiento holístico de la opresión subraya la
relación simbiótica que el área siempre mantuvo entre la academia y la calle. Louys
defendió que la crítica feminista generada en la universidad es un saber único
porque es "profundamente modificado por lo que sucede en el movimiento
feminista." La teoría se nutre de la acción militante en las calles, y la
función de las académicas es dar forma conceptual a esa praxis. En un
testimonio palpable de este compromiso, el área fue el "primer espacio
universitario fundador de la campaña nacional por el Derecho al Aborto
Legal," un logro que sella su rol como vanguardia.
Con un tono de despedida debido a su inminente jubilación,
Liliana Louys culminó su discurso con un llamamiento a las nuevas generaciones.
Tras alegrarse por el espíritu pionero legado, expresó la esperanza de que las
jóvenes "sepan resguardar este espíritu rebelde, revolucionario" y
que el área "siga siendo horizontal, que siga siendo colectivo." Sin
embargo, su despedida incluyó una nota de advertencia. Señaló que tienen
"mucho laburo" por delante para emular esta trayectoria histórica,
exhortando a que "junten fuerzas para eso porque se avecinan tiempos
difíciles." Así, el discurso de Louys no fue solo una efeméride, sino un
recordatorio militante de que la historia es un arma que debe ser honrada y
defendida ante los desafíos venideros.
Claudia Laudano
El Activismo como Motor de Cambio: La
Persistencia Feminista más allá de la Coyuntura
(Gemini NotebookLM)
La intervención de Claudia Laudano en el acto conmemorativo
del Área de Estudios de la Mujer y de Género de la UNJU, aunque iniciada con la
afirmación de que "no pensaba hablar," se convirtió en un pilar
esencial del encuentro al reafirmar la primacía del activismo feminista como
motor innegociable de la transformación social. Laudano, reconocida académica y
activista, fue un faro para el feminismo en la carrera de Comunicación Social y
una figura que otorgó "entidad académica" a las iniciativas iniciales
del área. Su idea central fue clara: la lucha feminista es una fuerza persistente
que debe trascender y ser independiente de las coyunturas electorales o los
"tiempos difíciles."
Laudano comenzó definiendo su propia identidad en términos
de praxis: se ve fundamentalmente como "una activista" que ha llevado
esa militancia al corazón de la academia. Esta simbiosis entre la calle y la
universidad es la esencia del área. En este contexto, hizo hincapié en la
importancia del reconocimiento público, un principio que el feminismo enseña y
que debe ser ejercido internamente, sin esperar validación externa. Advirtió
que, si bien existen "pequeñas rencillas, esas incomodidades, celos"
típicos de los espacios académicos, estos roces no deben nublar la visión del
propósito superior por el cual se pelea. El feminismo, para Laudano, es un
"camino de ida para muchas para la vida," lamentando la falta de
compromiso de aquellas que no contribuyen a su continuidad.
El corazón de su discurso residió en la reflexión sobre la
independencia de la lucha frente al calendario político. Al situar el evento en
el contexto de los "tiempos super violentos" y la coyuntura
postelectoral, Laudano reconoció la vitalidad de la defensa de la universidad
pública y de las políticas de Estado. Sin embargo, sostuvo la convicción de que
las transformaciones profundas que busca el feminismo superan con creces el
corto plazo electoral. Los cambios sociales, argumentó, se están construyendo
"muy lentamente, con mucho trabajo, con mucha persistencia," y es
esta labor constante y a largo plazo la que debe mantenerse a flote,
independientemente de quién ocupe el poder. El objetivo primordial no es la
victoria política coyuntural, sino la transformación de las estructuras
sociales.
Finalmente, la académica hizo un balance de los logros y los
retos pendientes. Celebró que, en un "ciclo de una potencia feminista muy
importante," se haya logrado construir la militancia de manera
interdisciplinaria. No obstante, señaló que la intersectorialidad—la
capacidad de tejer redes y alianzas con sectores fuera de la academia y las
disciplinas tradicionales—es un área donde "todavía tenemos bastante para
escribir, reflexionar y pensar." El discurso de Claudia Laudano, por lo
tanto, funcionó como una poderosa exhortación a la conciencia histórica y la
perseverancia, definiendo el activismo como un compromiso existencial y una
vocación de cambio que no se doblega ante la adversidad política.
Claudia Ugarte
El Protocolo como Cosecha Militante: Cuerpo
y Corazón en la Lucha Contra la Violencia Institucional
(Gemini NotebookLM)
La intervención de Claudia Ugarte, en su rol de referente
del Protocolo de Prevención e Intervención Institucional para las Situaciones
de Violencia de Género de la UNJU, situó el debate en la dimensión más concreta
y urgente de la militancia feminista: el logro tangible de la política pública.
Su discurso, marcado por una "gran alegría y una emoción muy grande,"
afirmó que el Protocolo es el logro colectivo del Área de Género, "un
hijo" cuya existencia y eficacia dependen íntegramente del compromiso
emocional e inquebrantable de las compañeras que le "ponen el cuerpo"
día a día.
Ugarte describió el Protocolo no como una mera norma
administrativa, sino como el producto de una iniciativa de compañeras decididas
a lograr una universidad libre de violencias. Detalló el meticuloso proceso de
su elaboración, que incluyó la lectura de todos los protocolos existentes y su
posterior puesta en discusión con representantes de todos los claustros de la
UNJU (docentes, no docentes, estudiantiles), logrando su aprobación final por
resolución del Consejo Superior en abril de 2019. Esta formalización
institucional, si bien es un triunfo, es para Ugarte una cáscara vacía sin la
dedicación constante.
El eje central de su mensaje radicó en la tesis de que el
Protocolo solo se sustenta gracias a la militancia. La referente enfatizó que
su funcionamiento depende del "trabajo, al compromiso de compañeras que le
ponen el cuerpo cotidianamente," aplicando el "corazón y el cuerpo,
la cabeza," un compromiso aprendido desde los inicios del Área. En un
contexto donde "corren tiempos difíciles para las universidades,"
Ugarte reconoció que el equipo trabaja "a dolores," poniendo su
saber, su escucha y su resistencia frente a las adversidades políticas y
económicas. En este punto, destacó con gratitud el trabajo vital de Mariana
Karina Elisa ("nuestra abogada"), Cela Groso, Silvana Cruz y la
co-directora Liliana López, quienes sostienen la estructura con su compromiso.
Al agradecer a las autoridades de la UNJU por brindar un
lugar para el trabajo y la atención, Ugarte enmarcó el Protocolo en la
continuidad histórica del movimiento. Afirmó que son "hijas de la lucha
que empezó siglos atrás," una lucha que debe ser continuada por las
generaciones futuras. Cerró con una reflexión profundamente personal que
resumió el impacto transformador del feminismo en su vida, señalando que el
Área le "cambió el curso vital" y que su vida no sería la misma sin
esa militancia. De este modo, el discurso de Claudia Ugarte se convierte en un
testimonio emotivo sobre cómo la convicción ideológica y el compromiso personal
se traducen en herramientas institucionales concretas para combatir la
violencia.
Sofía Bailovsky
El Triunfo de la Persistencia: Genealogía y
Logros del Feminismo Institucionalizado en la UNJU
(Gemini NotebookLM)
El discurso de Sofía Bailovsky,
historiadora y directora de la especialización en estudios de género y
política, se erigió en el acto conmemorativo como una pieza clave para
legitimar la existencia del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer y
de Género de la UNJU. Su intervención fue una narración histórica y una
celebración militante, cuya idea central buscó demostrar que el área es un
espacio de activismo feminista persistente que, operando bajo la consigna de
"ir siempre por más," logró trascender la informalidad para
conquistar la institucionalización y los espacios de decisión universitaria.
Bailovsky enmarcó el inicio del área no como una creación ex
nihilo, sino como un "reinicio público a partir del regreso a la
democracia," anclado en las luchas de las feministas argentinas y
mundiales, honrando a las "ancestras." Esta perspectiva genealógica
fue fundamental para contextualizar las dificultades iniciales. La historiadora
rememoró los tiempos fundacionales con sus reuniones en un galpón y el esfuerzo
colectivo de la militancia, que incluía juntar fondos con "rifas, con
locro" para viajar y las "reuniones de los martes a la tarde"
dedicadas al debate teórico y al intercambio de historias de mujeres.
Un momento crucial en su relato fue la anécdota de la
"denuncia" mediática, cuando el grupo fue señalado en un diario como
"psico lesbiana feminista." Lejos de ser un revés, este ataque generó
una "alegría" profunda, pues significaba que existían y que eran
"reconocidas como espacio." En esa etapa temprana, la militancia se
situaba en primer plano, con la academia sirviendo como un vehículo para la
acción.
El proceso de institucionalización fue presentado
como un logro político arduo. Bailovsky destacó la lucha para obtener la
resolución de 1995 y el debate "muy calurosamente" librado en el
consejo académico para que el grupo fuera reconocido como un área con entidad
propia, y no se redujera a una mera cátedra o unidad de investigación. Este
esfuerzo consolidó la base para su aspiración política más ambiciosa.
El punto nodal del discurso de Bailovsky fue la transición
del activismo de base al poder de decisión. Ella articuló la necesidad
de cambiar la posición de quienes deben pedir—"dame lo que yo
quiero"—a la de quienes tienen la capacidad de otorgar o legitimar:
"yo firmo." La presencia actual de integrantes del área en puestos
clave, como el Vicerrectorado y la Secretaría de Posgrado—impulsando
fuertemente las carreras de posgrado—fue celebrada como un triunfo político que
demuestra la capacidad del feminismo para influir directamente en la política
universitaria.
Este avance fue siempre guiado por el principio de "ir
siempre por más" y "nunca chiquitaje." Bailovsky ilustró esta
consigna con el ejemplo de la incorporación de materias de género en el plan de
estudios, donde en lugar de conformarse con solicitar una optativa, se exigió
una materia obligatoria. Finalmente, la directora celebró la multiplicación de
los resultados, con un creciente número de miembros, estudiantes de posgrado y
profesionales, además del apoyo de grupos aliados como Gepardes, ahora una unidad
de investigación. Concluyó cediendo el paso a la ronda de reconocimientos,
reafirmando el papel del área como un motor de cambio que sigue cosechando y
proyectando el legado feminista.
La Placa Conmemorativa: Cuando la Militancia
Trascendió la Formalidad
La conmemoración de los 30 años (o 35, según la corrección
histórica de las pioneras) del Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer
y de Género de la UNJU fue, ante todo, una celebración de la militancia, la
coherencia y las luchas en "tiempos super violentos". El
evento, marcado por la emoción, el recuerdo de las genealogías feministas y la
reafirmación del compromiso activista, se centró en honrar la trayectoria
colectiva y horizontal, más que en la rigidez ceremonial. Este énfasis en el
proceso vivo de la lucha resultó evidente en el momento en que se recordó, casi
como un apéndice, el acto de descubrimiento de la placa conmemorativa.
El Olvido Institucional en Medio de la
Euforia Militante
El clímax del evento no fue el descubrimiento de un
monumento, sino la extensa y sentida entrega de reconocimientos a las
históricas, las fundadoras, las activistas y las organizaciones aliadas (como
la Fundación Juanita Moro, Polenta y Gepardes). Una vez concluida esta
ceremonia, y después de que las compañeras se abrazaran y cantaran consignas
("que va a vencer, que va a vencer abajo el patriarcado. Se va a caer, se
va a caer"), la atención se dirigió brevemente a un elemento que había
quedado pendiente en el programa: la placa conmemorativa.
El intercambio que identifica este momento revela una gran
informalidad, sugiriendo que la materialización simbólica de la institución (la
placa) había sido eclipsada por la energía de la resistencia en curso. La
mención se da de forma casi espontánea: "¿Qué tenemos? La placa. Y
la placa. ¿Alguien se acuerda de la placa? La placa. Pero ni siquiera
saben dónde es".
Este intercambio es significativo. La sorpresa colectiva
ante el olvido del gesto formal subraya que, para las participantes, el
verdadero significado de la reunión residía en el afecto mutuo y la
reafirmación del compromiso feminista. La pregunta retórica sobre si alguien se
acuerda de la placa y la inmediata preocupación logística sobre su ubicación
("ni siquiera saben dónde es") contrasta fuertemente con la pasión
evidente en los discursos, que habían definido al área como un "paraguas"
para las iniciativas de lucha y un espacio que nunca se miró "el
ombligo académicamente".
La respuesta al recordatorio de la placa fue pragmática:
alguien se apresuró a recordar a los presentes que, después del acto simbólico
pendiente, venía la parte más social: "Ah, después hay que comerse y
beberse lo que está ahí, así que tampoco se vaya. Lo más
importante...". De este modo, la placa quedó insertada entre la euforia
activista y la camaradería de la convivencia, demostrando que el núcleo del
área es la situación, interacción y experiencia, y no los rituales
institucionales.
Conclusión
El (casi) olvido de la placa conmemorativa encapsula
perfectamente el espíritu del Área de Género: un espacio cuya existencia y
fuerza provienen directamente de la militancia inquebrantable, el debate
apasionado y la horizontalidad, y no de la autoridad formal. Aunque la
institucionalización fue un triunfo arduo (una batalla que se libró para ser
reconocidas como área y no solo como cátedra), la legitimidad del
movimiento siempre ha radicado en la calle y en la persistencia "muy a
pesar de estas coyunturas". El acto de la placa, por lo tanto, no fue
el punto focal, sino un recordatorio final de que el "aquí y
ahora" feminista es un proceso en constante desarrollo que abarca un
pasado, acuna futuros, y que incluso los símbolos más importantes deben ceder
el paso a la continuidad de la lucha y la solidaridad.
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