En el espacio del Ateneo Ragone, en articulación con la Mesa de la Diversidad
de la Secretaría de Derechos Humanos, militantes y amigos/as activistas de
organizaciones sociales y espacios académicos, se dieron cita en el museo
salteño “Casa de Hernández” para escuchar memorias de dirigentes sociales de la
comunidad trans.
La dictadura
silenciadora y el arte como posibilidad de expresión para existir fueron los
analizadores más fuertes en los que se fundaron los relatos.
Sobre la construcción de visibilidad y derechos de la
comunidad trans salteña, resultan elocuentes memorias de Mary Robles, sobre su
juventud y búsquedas.
“Nosotras íbamos a un hospital y directamente te dejaban morir.
Eso nos pasó a muchas. La gente decía “peste rosa” y corría ponerse guantes.
Había una psicología terrible. Pero hoy seguimos muriendo porque todavía no
aceptamos que tenemos que concientizar y aprender a cuidarnos, cuidar el cuerpo”,
añadió Mary Robles.
También comento que en los años 90 las mujeres trans Vivian
gran parte de un mes hacinadas en gendarmería, porque las metían presas de 15 a
90 días según las ganas de los policías.
Festejó la llegada de los derechos humanos, con las madres
de plaza de mayo. Sin ellas no hubiera sido posible la lucha que mantenían. Las
chicas, igual que ellas, hicieron marchas y pusieron el cuerpo. Antes se podía
salir a comprar y no regresar. “ Había un estado que nos consideraba a
“nosotros” como “los perdidos” y pretendía que no nos expongamos ni nos
mostremos”
Alejandra Cebrelli escuchando atentamente a Mary Robles |
El movimiento trans en Salta comenzó en el 68. Había una
gran líder: Poche. Era menor de edad todavía y bailaba en una murga en la av.
Irigoyen, tenía 17 años. Estaba Víctor Hugo que era un coiffer. Eran
perseguidas y buscadas en sus casas por la policía. No fu fácil lograr la
democracia. Un grupo de unas diez chicas, empezamos a salir, a trabajar por ser
vistas. Éramos innovadoras. Muchas fueron asesinadas en el proceso militar. En
el 77 fuimos censuradas por el gobierno de facto que prohibió los carnavales
salteños. Queríamos ser mujeres y no podíamos, hoy llegamos a conseguir esos
derechos. Con el intendente Montoya, el gobernador Ulloa, prohibieron la murga
en la que salimos en el corso y fuimos todas presas.
Yo seguí trabajando con identidad falsa, era menor de edad.
Arme “Los Caballeros de la Noche”, otra murga. Pero no salimos como murga
trans. Vivíamos más de noche que de día. Por eso le pusimos ese nombre. La
gente se asustaba con nosotras, pero después se empezó a acostumbrar.
A estos dichos de Mary Robles hay que agregarle el problema
de naturalización que hay con cuestiones
referidas al género en salta, y en este sentido Víctor Arancibia, profesor
titular de la UNSa expresó: “Hay que pensar el estado desde nuevas
naturalizaciones, nos está costando pensar esas naturalizaciones, por lo menos
señalar, visibilizar algunas para empezar a trabajar las nuevas naturalizaciones
y esto es un gran desafío. El otro gran desafío que nos ha puesto como límite
de pensamiento, a veces, es trabajar sobre una serie de diferenciaciaciones, hay
que dar otro paso y ese otro paso es la escritura la memoria, la instalación dejar
documentado todo esto.
Zenon Gonzales representante de la mesa de la diversidad
está convencido que el estado si acompaño e incursionó en nuevas políticas
públicas para el colectivo. Si existe una política pública es porque le precede
un problema social y a ese problema social el estado debe saber interpretar y
analizar para poder acompañar y para proyectar un plan de trabajo para mejorar
esa calidad social. Además recordó: “En el año 2013 se había hecho en el museo
de bellas artes el plan social para el colectivo del LGBT que vino el
presidente Pauló, y se implementó un plan de políticas públicas para llevar
acabo la implementación de los derechos del colectivo y yo creo que se va logrando
y hay que seguir trabajando”.
Por ultimo Fernando Pequeño Presidente de la Asociación Dr.
Miguel Ragone dijo: “hay un espacio, en la secretaria que tenemos que demandar
y llenar de contenido, la manera en que nosotros codificamos la construcción de
dolor y esta libido que nos mantiene vivo y querer ser liberados, a todos nos
gusta que nos escuchen, que nos saquen fotos. Eso nos ha fragmentado, porque
nos hemos olvidado de esas luchas y hoy estamos todos queriendo gozar este
momento sin darnos cuenta, que si no militamos, que si no nos organizamos para
esas luchas lo vamos a perder. Cuando nosotros pensamos en esta mesa la
pensamos en todos y no están. Y no por hablar de gays o por ser trans somos
todos iguales, ¿qué pasa con las clases sociales?. Los varones gays que hoy
tienen vos en salta son de los más reaccionarios y están a la derecha de
cualquier movimiento. No somos todos iguales, no somos todos en la mesa”. Estas
últimas palabras fueron de aliento para las personas que todavía están en la
lucha interna por su identidad libres de condicionamientos sociales.
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